Podré ser muchas cosas en esta vida, pero no creo que llegue a ser esquiador profesional. Suelo ver la nieve una vez al año y por alguna razón siempre cae en el día de mi santo. Este año lo hemos celebrado en el Parador de Vielha. Aunque todo tengo que decirlo… vaya disgusto tuve cuando no encontré nieve al llegar al hotel. En el camino ya pude divisar nieve en la cima de las montañas, pero a pie de calle na de na! La verdad es que esto de ver la nieve se está haciendo cada vez más complicado. Y espérate, porque si todas las predicciones de lo ecologistas se cumplen, en cuatro días tendremos un clima tropical en Sitges. Ya van diciendo que en Andalucía se vive en un clima tropical, en la costa mediterránea cada vez se aguanta menos el calor y el norte de España se convertirá en el nuevo paraíso turístico.

Llegamos al Parador a la hora de comer, así que nos metimos un festín de los buenos en el restaurante. Últimamente estoy hecho una trituradora! Me metí 300 gramos de hamburguesa en el organismo que me dio gasolina para unas 24 horas de actividad frenética. Pero qué quieres, estoy en edad de crecimiento… Creo que como más que mi padre y mi madre juntos… claro, ellos no necesitan crecer más… aunque ahora que lo pienso, cada vez veo a mi padre más alto 🙂

Después de comer nos fuimos a Vielha a dar una vuelta y Lelo le compró a papi una bola del mundo para casa. Si es que eso de los mapas siempre ha estado muy presente en casa… todavía recuerdo el que teníamos en el salón del piso de Can Pei. Ahora que lo pienso, con lo jovencito que soy y ya he vivido en 3 casas, bueno, la primera no cuenta que todavía no había nacido. Pero haciendo las cuentas, tenemos el apartamento de Pepe de Garraf, de ahí nos mudamos a Margarida Xirgú y finalmente en nuestra casa actual, que según dicen papi y mami, es la redefinitiva. Dicen que con lo que está costando que de ahí no los mueve nadie.

Por la noche cenamos en la cafetería del Parador rodeando una gran chimenea. Vaya gozada disfrutar del calorcito en familia… aunque yo ya estaba muy nervioso, todavía no habíamos visto la nieve. Tuvimos un inicio de mañana inigualable…. me encantan los buffets! Sí, sí, eso de poder probar de todo, me vuelve loco. Yo creo que es lo que más me gusta de Paradores… Ahhh! Se me olvidaba, soy Amigo de Paradores (club de fidelización de la cadena). Bueno, yo no, pero papi y mami son fans.

YouHUUUUUUU!!!! por fin la nieve. Creo que en 2 horas quemé todas las calorías acumuladas de las comidas, cenas y desayunos en el hotel! Salto, voltereta, plancha… la montaña era mía! Eso sí, acabé hasta con los calzoncillos empapados… si es que cuando me pongo, no tengo control. Pero al menos yo iba con el calzado adecuado… si hubierais visto a Lelo y Ali… iban con botines de piel muy sofisticados, pero claro, eso no es lo que encaja mejor para una caminata por nieve virgen. Si es que no están acostumbradas a este tipo de clima…

Y para acabar, nos pegamos un homenaje en un restaurante precioso en la montaña!