Por un lado he tenido la suerte de conocer al Ratoncito Pérez, pero por otro tengo que admitir que he perdido cierto glamour. He perdido el incisivo central (qué erudito eh?), por lo que mi sonrisa no es lo que era 🙂 Lo más sorprendente fue que se me cayó el día del cumple de mami en San Valentín.
” Qué ilusión si se te cayera el día de mi cumple” – decía mami. Y mira por donde, la mañana del 14 de febrero de 2017, antes de ir al cole, voy al baño y zasca! Pierdo mi primer diente! Pero qué chiquitín! Suerte que se me cayó en casa, porque llega a pasar en el cole y no llega a casa ni por casualidad. Esa misma noche dejé el diente para el Ratoncito Pérez, esperando que al día siguiente me trajera algo.
A las 5am, cuando todos estaban durmiendo me desperté en el cuarto de mis papis y desperté hasta el apuntador para que fuéramos a ver si el Ratoncito Pérez había pasado por casa. Ya se lo que estás pensando…”podrías haber dejado dormir a tus padres”. Pero es que no entiendes lo que tengo en casa, son como dos japoneses en potencia…! todo lo tienen que fotografiar o grabar en vídeo… así que no pude dar un sólo paso hasta que papi preparó la cámara. Desde luego si me hago famoso, el rollo de las cámaras lo llevaré bastante bien.
¿Qué me encontré? Pues me trajo una hucha, 5 pavos y un certificado! Sí sí, un certificado de la posición del diente, condiciones… lo que me extrañó es que no me lo entregara en un pendrive o en cualquier otro formato digital. En estos tiempos esto de talar árboles para entregarme un informe, ya no encaja… así que ya sabes, el ratoncito Pérez está un poco chapaaao a la antigua.
Pues nada gente, ya nos hablamos pronto.. que por cierto, tengo que hablaros de la construcción de mi nueva casa.. a ver si hay suerte y para el próximo cumple la tenemos acabada.