Necesito un descanso de las vacaciones que me he pegado…. Si hoy me invitaran a visitar algún otro país me temo que diría que no. Este 2014 he cerrado el año con 21 países, lo cual no está mal considerando que tengo 4 años. Más hoteles, más fotos, más parches… need a break! 🙂
Aunque todo tengo que decirlo… vaya cacho viaje me he pegado estas navidades! De camino a Manila hicimos una escala muuuuuy larga en Dubái para poder hacer noche allí y poner una nueva bandera en mi mapa del mundo. Esta vez el vuelo no se me ha hecho tan largo ya que Emirates tiene un sistema de entretenimiento que lo flipas! Juegos, películas para niños, de todo! Además de ofrecerte un menú infantil y regalos de todo tipo (mochilas, billetero, material de dibujo…). Un poco más y les digo a mis padres que me quedo en el avión… Ahhhh! Me olvidaba, desde mi pantalla pude ver cómo despegaba el avión… qué pasada!
Cuando llegamos a Manila fuimos directos a otro aeropuerto para coger una avioneta directa a Palawan. Flipando con la temperatura, aterrizamos con 25 grados en El Nido (Palawan) el 31 de diciembre. Woohoooooo! Imagínate, fue llegar al hotel, ponerme el bañador y directo a la piscina. Luego me puse hecho un dandy para la fiesta de noche vieja y para calentar motores, me tomé un coctail con mis padres, Lelo y Alicia en el bar piscina. Aquí no me dieron uvas, pero tuvimos la cuenta atrás en inglés y unos fuegos artificiales para dar la bienvenida al 2015. No hay duda que ha sido diferente a otros años…
No veas en qué playas pasé los siguientes días antes de volar a Manila. Playas completamente desiertas, sólo pobladas por pequeños cangrejos saltarines que volaba por encima de la arena. De vuelta en Manila mi padre alquiló un coche y nos metimos 10 horas hasta llegar a las terrazas de arroz de Banaue, zona protegida por la Unesco. ¿Sabés qué fue lo mejor? Dormimos en unas cabañas increíbles suspendidas en 4 columnas… qué emoción! Y por si fuera poco, antes de entrar al hotel me hice colega de un monito filipino! Es el lugar más remoto y salvaje en el que he estado nunca.
Si tuviera que pensar en los mejores momentos de este viaje te diría que mis baños en la piscina en El Nido Cove Resort, la habitación con aquarium de Manila, el «espectáculo» de fuegos en el Hotel H2O, las cabañas de Banaue y mi ascensión al volcán Taal con Candy, mi caballo.
Bueno, me toca descansar un par de meses, porque si no recuerdo mal, creo que mi padre nos compró unos billetes a Chipre para este julio. Espero estar recuperado para entonces, ahora estoy un poco saturado de tanto viaje! 🙂