Hoy hemos hecho la segunda inauguración de la casa nueva, y me da que vamos a hacer muchas más! Y ayer, sábado 18 de agosto, fue la primera noche en la que dormimos en ella! Todavía no está lista del todo, pero al menos tenemos lo suficiente para poder mudarnos definitivamente. Esta vez la mudanza ha sido bastante más sencilla! Desde el 28 de julio hemos estado durmiendo en casa de Lelo, por lo que mover los trastos ha sido fácil.
Y para colmo de las celebraciones, ayer se me cayó un diente a media tarde! Y casi lo perdemos… lo dejé encima de la mesa del salón y desapareció, pero entonces es cuando llamé a mi padre, que es medio detective, y lo encontró en la alfombra de la terraza de Lelo. Siempre lo encuentra todo (bueno, eso no es del todo cierto, pero esta vez sí). Esta vez tuve mis dudas sobre la aparición del Ratoncito Pérez. Entre el cambio de domicilio y la cantidad de trampas para ratas que pone Lelo en el jardín, pensé que nunca llegaría a mi habitación. Pero sí sí… increíble, pero vino y me dejó 5 pavos en frente de mis ojos! No lo entiendo… no dormí mucho y la verdad es que ni lo vi cuando entró en la habitación.
Bueno, pues eso, que ya estoy en mi nueva casa y tengo mi habitación casi lista. Ya tengo tele para jugar al Fornite, mi puff, y mi nueva cama, que por cierto, fue de papi cuando era niño.
Ayer, sábado noche, invitamos a Ali y a Lelo a cenar jamón del bueno en la nueva casa. Ya sabes, no somos muy de cocinar, así que lo más fácil es ir a Tomás Enrique y comprar un buen material! 🙂
Cuando la casa ya está un poco más avanzada, publicaré algunas fotos para que la veáis. Todo mola, menos eso de los pies limpios, pies sucios… Mami y papi pretenden que todo el mundo se descalce antes de entrar… pero es que me lío… vengo de fuera descalzo y me pongo zapatillas al entrar, o voy descalzo por casa y me pongo zapatos para jugar en el jardín… ufff… me lío!