Acabo de volver de fiesta por Bulgaria. Ha sido una visita relámpago al país, pero lo suficiente para llevar a mis padres al borde de la histeria. Hice mal en invitarlos, pero claro, tampoco voy a ir yo solo. No es que no quiera, pero vaya, todavía no tengo pasta en el banco para pagar mis gastos… Las niñas búlgaras me han parecido ok, pero creo que me quedo con las latinas… ahí son muy fríos, y mira que yo entro muy bien con la gente…
Os he hecho un collage de algunas de las fotos que me tomé en uno de los bares que conocí en la ciudad. Me hice super colega de las propietarias, así que les pedí que me hicieran una foto para enviársela a mis padres. No entiendo muy bien por qué mi padre se ha enfadado tanto al verla, total, yo veo a mucha gente beberse cervecitas en los bares. Ok, ok, igual el tamaño aquí sí que importa! claro, la botella es más grande que mi cabeza, y me la pegué en un par de tragos!
Dejemos el ocio de lado, y vayamos a la visita cultural de la ciudad. Mis padres me acompañaron a visitar prácticamente la ciudad entera, aunque tuvieron serias dificultades en seguirme el ritmo. Claro, es que yo creo que todavía no han entendido que yo soy el Usain Bolt del mediterraneo. No paro quieto un momento así que no dejo que mis padres descansen un solo minuto. En todo el viaje solo hubo un momento que los dejé relajarse…. pero hey, les regalé un par de horas en uno de los mejores restaurantes de comida tradicional.
Con Bulgaría ya he visitado 14 países…. he perdido algo de ritmo este último año, pero no os preocupéis, que ya he reservado billete para ir a Luxemburgo este junio! Y en verano quien sabe… aunque mis padres me han amenazado congelar la cuenta bancaria si no me porto mejor en los viajes. Total, por un par de juergas que me pegué en Sofía… bueno, igual fue por mi «perreta» volando de vuelta a Barcelona… (no se qué me pasó)