Sólo he estado en Gran Canaria y Tenerife, pero creo que ya he entendido la esencia del archipiélago. Y tengo que admitir que es una tierra que me va, me va y mucho. Eso de tener solito (solecito en la península) todo el año y no tener que pasar frío, es todo un sueño. Además, puedo disfrutar de la piscina 365 días del año. Y la comida, qué te voy a contar! Todo me gusta! Para empezar, el plátano, al contrario que a mami, me encantaaaaa…! y ahí todo se hace con plátano, hasta la tortilla.
Si tuviera que contarte qué es lo que más me gustó de nuestra escapada a Tenerife, tendría que describirte cada minuto del día que pasé en la isla. Si no fuera porque era el regalo de Ali, diría que este viaje me lo dedicaron por entero a mi. El primer día nos fuimos a comer al Patio Canario, un restaurante en La Laguna que le recomendó a papi, Iván González, un amigo suyo… De verdad que papi es muy raro, tiene amigos por todos sitios… No veas lo bien que comí… y eso que yo no soy muy de restaurantes y todo eso… eso suele ser más pa los mayores…
El segundo día fue como visitar la luna! Nos fuimos a visitar el Parque Nacional del Teide. Qué fuerte, más que estar en la tierra parecía que estuviéramos en Marte! Vaya paisajes y no veas lo que disfruté corriendo por esos paisajes negros de lava. Y cómo no, Lelo, Alicia, papi y mami me tenían preparada una gran sorpresa…. Loro Parque! Qué pasada de parque, disfruté como un enano (lo que soy, claro). Lo que más me gustó fue el show de leones marinos, pero también vimos el espectáculo de las orcas y los loros.
El tercer día fue aún más alucinante. Nos fuimos a los Gigantes y cogimos el Flipper Uno (barco pirata) para la recreación de una de las escenas más fantásticas de Piratas del Caribe. Y como pirata que me convertí, icé las velas del barco, bebí pipí de tiburón, me tiré al océano en tirolina y me enfrenté a un pirata con garfio muy muy malo!
Todo increíble, pero no hubo manera de encontrar un parche! *sniff sniff*